Guión:
Hola, muchas
gracias por escuchar.
Por si no me
conoces, me llamo Emmanuel Sánchez, aunque prefiero que mis amigos me llamen Mane.
Trabajo como gestor cultural y estudio Letras hispánicas, actualmente curso el noveno
semestre y te voy a hablar un poco de lo que ha sido el paso por la carrera.
Antes de
estudiar letras yo estudié Radiología e Imagen, una carrera del área de la
salud totalmente enfocada a la resolución de problemas concretos, con muchos
números, lógica y esterilidad por todos lados.
Sin embargo,
entrar a letras fue como un chapuzón de agua fría; ya no había problemas tan
concretos, respuestas finitas y, sorprendentemente, casi nadie sabía dividir
sin poner cara de estar en aprietos.
Aún con los
problemas que supuso el proceso de adaptación, estuve gratamente sorprendido
por la manera en la que se trabajan temas sociales, no hay respuestas sencillas
y hay muchísimas teorías, corrientes y perspectivas, cada una más interesante
que la anterior.
Sinceramente
creo que es un poco triste que esta carrera caiga tanto en la desinformación,
desde el inicio es de ley que van a llegar comentarios despectivos ¿pero qué
vas a comer?, ¿sí hay trabajo de eso?, ¿no vas a acabar trabajando en un OXXO?
La verdad es
que aún no conozco a un solo egresado que no haya encontrado trabajo
relacionado a la carrera, siempre se necesitarán editores, lingüistas, maestros
de español, entre muchas otras profesiones que tal vez no nos vengan a la cabeza
de manera tan obvia, como guionista o corrector de estilo.
Y lo que
pasa, que yo creo sumamente importante, es la cantidad de características
valiosas que te da estudiar una carrera en humanidades: te hace cuestionar el
mundo que te rodea, aprendes a usar el lenguaje de una manera que no habías
considerado antes, logras comunicar tus ideas de una manera clara y asertiva,
aprendí que la lengua es de los hablantes y no de las academias y, sobre todo, que
lo lingüístico también es político.
Creo necesario mencionar, de una manera muy sincera,
que hay una problemática que nos atañe y que no tiene que ver necesariamente
con nuestro desempeño y es la calidad de estas ofertas laborales, si bien sí
hay, muchas de ellas ofrecen salarios pobres, condiciones laborales deficientes
y con horarios desmedidos; si bien creo que los profesionales en humanidades, y
en letras particularmente, podemos cumplir con ello, es una problemática que es
necesario nombrar y hacer propia, para saber hacer valer nuestro trabajo.
Y es que no
todo ha sido miel sobre hojuelas: por lo menos en la Universidad de
Guadalajara, la carrera de letras es un camino profundamente agridulce: muchos
de los planes de estudio siguen dándole voz a señores de cuello blanco con
discursos caducos, gran parte de la plantilla docente está más por cumplir que
por generar una experiencia de aprendizaje comprometida con los alumnos y te
van a poner miles de trabas para cumplir con tu malla curricular que te van a hacer
pensar que estás en los juegos del hambre; a pesar de eso, he visto de primera
mano como todos estos elementos desagradables siembran la motivación en el
alumnado para crear proyectos y habilidades nuevas: aprendí, de la mano de mis
compañeras, a ser auto didacta, innovador y empático, a siempre estar abierto
al diálogo y al aprendizaje a través del trabajo horizontal y equitativo.
La lingüística,
el área de la carrera que a mí más me interesa, tiene poco espacio en la
carrera; las materias correspondientes son pocas y cambiantes y, aún así, es el
área que, a mi juicio, tiene mayor calidad docente, teniendo a su cargo a profesores
comprometidos con la enseñanza y con la experiencia de aprendizaje de todos y
todas.
Después de
haber dicho todo esto yo sé, lo sé, que puede parecer que odio la carrera y que
sólo me gusta quejarme, y sí, me gusta quejarme, pero sólo por las razones
correctas: creo, firmemente, que las carreras de humanidades son necesarias,
necesitamos profesionales críticos y entrenados, que sepan que el conocimiento no
es sólo de la academia, que sepan traducir los conceptos teóricos a todas las
personas que se interesen, de nada sirve que investiguemos y creemos si el
conocimiento se va a quedar en una estantería acumulando polvo.
Tengo mucha
esperanza en las Letras hispánicas, no por lo que es, sino por lo que puede
llegar a ser; hoy veo a mis compañeras entusiasmadas por incluir las voces de las
minorías: mujeres, la comunidad LGBT, los pueblos originarios… todo apunta a
que tendremos un futuro mucho más amplio, diverso, empático y dispuesto a la
inclusión, donde tendremos espacio todas, todos y todes.
Creo, espero,
que con el pasar de los años veremos muchos más profesionales de las letras
centrados en las personas y en sus historias, y no tanto con academias… no voy
a mentir, eso me llena de alegría.
Espero que
todo este discurso te dé a ti, personita que me escucha, un norte por si tienes
la inquietud sobre si unirte a una carrera en humanidades, será un viaje
complicado, a veces solitario, pero sin duda emocionante.
Gracias por
escucharme, nos leemos pronto.
Qué interesante tu paso por la carrera, Mane. Gracias por recalcar el valor social que tienen las humanidades y desmentir las creencias de que no existe campo laboral
ResponderEliminarHola Mane, me gustó como mencionas tu pasó por letras, ya me imagino la adaptación de una ciencia dura a una ciencia social. También me gustó mucho que mencionaras las minorías y la importancia de hacerles presente y escucharles en la literatura y en la sociedad en general. Saludos!
ResponderEliminarQué interesarse percatarse que dentro de las letras también se puede incursionar en la lucha de movimientos sociales, en específico el de las minorías, porque como mencionas, nuestras palabras también son políticas. Me agrada saber que estás trabajando en otra de las ramas del campo laboral, que podemos encontrar como profesionales de las letras.
ResponderEliminarMane, siempre te he dicho Mane, qué chido ser tu amiga :)
ResponderEliminarMe encanta tu honestidad y asertividad al hablar de la licenciatura, creo que tienes mucha razón en todos tus argumentos y estaría bueno que el depto te escuchara para ver cómo mejorar la carrera. Mucha fe y mucho futuro, soy tu fan, sigue este podcast plis con el tema que tu quieras, ya tienes una fan.
Me agradó mucho que abordaste aspectos positivos y negativos de la carrera por igual, ya que muchas veces nuestro amor a las letras no nos permite ser objetivo. Me hubiera gustado tener acceso a este tipo de información cuando ingresé a la carrera, puesto que no me habría tomado por sorpresa la ineficiencia administrativa jaja.
ResponderEliminarP.D. A mí también me gusta quejarme de las cosas. Es liberador.
Es increíble todo lo que haces, se nota que tu trabajo lo hace con el corazón y el pensamiento crítico. Me encantó tu podcast
ResponderEliminarMane, me encanta tu sinceridad y comparto varios puntos de vista, pues el paso por la carrera, tal como lo dices, ha sido bastante agridulce, pero lo que hemos aprendido lo tomamos con el suficiente pensamiento crítico, y antes que cualquier otra cosa, me parece un aspecto fundamental para cualquier profesional de las humanidades.
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